La familia es el núcleo inicial de transmisión de afectividad, cariño, amor, normas, valores, autoestima, habilidades sociales, entorno inicial en el que damos nuestros primeros pasos y sustento emocional para la mayoría de nosotros durante el resto de nuestras vidas.
En estos años hemos asistido a un cambio que para algunos puede ser considerado radical y para otros más moderado, pero lo importante, un cambio en los modelos de familia, tal como queda reflejado en el libro “La pareja rota” de Luis Rojas Marcos. Cada vez son más frecuentes las familias compuestas por un solo progenitor y sus hijos o parejas con hijos propios y de otras relaciones posteriores. Hemos pasado de núcleos familiares amplios con la pareja, los hijos, abuelos, tíos e incluso primos viviendo juntos en la misma vivienda o bien muy cerca unos de otros a una situación totalmente diferente en la mayoría de los casos debido a los cambios sociodemográficos y económicos que ha experimentado nuestra sociedad en los últimos años. No obstante esto no es una excusa para dimitir de nuestra responsabilidad como padres, para dejar de asumir el papel afectivo, de transmisión o facilitador de normas, valores y amor que tan importante resulta para nuestro desarrollo “normal” e integración social.
Es cierto que no podemos delegar como sociedad la responsabilidad de
El uso adecuado del tiempo libre y de ocio, será una oportunidad única para poder compartir con nuestros hijos actividades que permitan transmitir valores, afectividad y creen complicidad. Debemos procurar respetar sus gustos y prioridades, y fomentar una comunicación basada en el respeto. Precisamente la comunicación es algo que siempre ha preocupado mucho a todas las madres y padres con los que he podido compartir horas de debate intenso. La preocupación por la complejidad del mensaje, que debe de ser claro y adaptado a la madurez de cada uno de nuestros hijos. A veces olvidamos que son niños y niñas y otras nos olvidamos que comienzan a ser hombres y mujeres. Hay que hacer un esfuerzo por evitar gritos, insultos y calificativos que dañen la autoestima de nuestros hijos. Sí vemos que podemos perder los papeles es conveniente contar hasta 10 y respirar hondo, salir del contexto momentáneamente hasta que podamos estar listos para dar una respuesta adecuada y coherente que respete al menor.
Las normas, ¡qué difícil resulta a veces! Que inmenso trabajo para algunos padres. Es necesaria una buena comunicación entre las figuras adultas de referencia para consensuar las normas que deseamos transmitir e igualmente importante no jugar a padre bueno y padre malo. Las diferencias en las normas debemos acordarlas y respetarlas para poder plantearlas con coherencia y dar coherencia a la educación de nuestros hijos. Sí nos resulta especialmente difícil podríamos plantearnos una tabla con normas intocables (no pegar...), normas sobre cuestiones específicas no negociables (hacer la cama) y normas puntuales que se pueden negociar en función de la madurez de nuestros hijos e hijas (edad).
No me cabe la menor duda que responsabilizar exclusivamente a los padres no es el camino. Sé que todos podemos ser padres y madres pero que a ninguno nos explican como educar a nuestros hijos o que como me contaba el otro día un amigo; los niños no vienen con manual de instrucciones. Qué en un estado razonable de salud lo que quiere cualquier padre o madre es que sus hijos sean felices, aportarles todo aquello que ellos no tuvieron y todo lo bueno que sí pudieron disfrutar. Pero no debemos conformarnos con las buenas intenciones y procurar aprovechar las oportunidades que la sociedad nos brinda para seguir aprendiendo y en la relación con nuestros hijos potenciar todos los aspectos positivos que le ayuden a ser una persona feliz, sana, lejos de la drogadicción.
Quiero indicar dos organismos o instituciones que trabajan para facilitarnos nuestra gestión como padres y en los que podemos encontrar ayuda gratuitamente sí consideramos necesario hacerlo; tanto por la información que podemos ver en los portales Web, como por los cursos o asesoramiento que nos facilitan:
- Fundación de ayuda contra la drogadicción (FAD) con sede principal en Madrid y que goza de prestigio internacional por su trabajo y aportaciones constantes en materia de prevención. El portal es http://www.fad.es/ y podremos encontrar gran cantidad de material para padres, asociaciones, docentes y profesionales de la prevención. También tiene un teléfono gratuito de información: 900 16 15 15
- Plan Nacional de Drogodependencias (PND) con sede en Madrid y en cuyo portal podemos acceder a una cantidad y calidad e información de gran interés. El portal es www.pnsd.msc.es